Tras la asunción de Lula, la Bolsa de San Pablo cayó 3,1% y se disparó el dólar

El 1° de enero asumió la presidencia de Brasil Lula Da Silva, su tercer mandato luego de los de 2002 y 2006. Sin embargo, su discurso no fue bien recibido por el mercado financiero: este lunes la Bolsa de San Pablo se desplomó 3,1%, mientras que el real se disparó 1,2% y alcanzó los 5,36 reales por dólar.

La caída del 3,1% de la Bolsa de San Pablo, que en la primera sesión bursátil del año cerró en los 103.379 puntos, se debe en parte al desplome del 6,5% de las acciones de Petrobras, del 1,9% de Banco Itaú y del 2,6% de Bradesco.

La respuesta negativa del mercado financiero se dio el día siguiente a la asunción de Lula. En su primer día de gobierno, el flamante presidente brasilero indicó a sus ministros adoptar medidas para revocar el proceso de privatización de una serie de empresas estatales, como Petrobras, Pré-Sal Petróleo SA y Correios.

A su vez, revocó varios decretos implementados por el ex-presidente Jair Bolsonaro y firmó otras medidas, entre ellas una que garantiza el pago de 600 reales brasileños (110 dólares) a las familias inscritas en el programa Auxilio Brasil y que, a partir del domingo, pasó a llamarse Bolsa Familia.

Entre otras medidas se encuentran la ampliación de la exención de impuestos sobre el combustible, la reestructuración del Gobierno —al ampliar a 37 la cantidad de ministerios—, el restablecimiento del funcionamiento del Fondo Amazonia y el decreto de combate contra la deforestación, la derogación de una medida sobre minería ilegal, 

El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, aseguró en su primer discurso como titular de la cartera de Economía que entre sus principales prioridades se encuentran la recuperación de las cuentas públicas y una caída más veloz de la inflación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Brasil para los primeros once meses del 2022 fue del 5,2%.

“No estamos aquí para aventuras”, añadió Haddad en su discurso. A su vez, calificó de “absurdo” el gasto final del bolsonarismo y la proyección de déficit primario de 220 mil millones de reales que quedó plasmada en la ley de Presupuesto 2023, e indicó que trabajará para reducirlo, intentando brindar tranquilidad a los inversores.

Además,en el marco de “recuperar las cuentas públicas”, manifestó que enviará al Congreso una propuesta de una nueva ancla fiscal que garantice la sostenibilidad de la deuda pública en el primer semestre del año. La deuda de Brasil como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) ascendió en noviembre del 2022 al 74,5%.