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Se aproxima una nueva fecha de pago al FMI

Redacción - 26 enero, 2023

El monto a pagar asciende a US$ 1.400 millones. A principios de marzo se retomarán las conversaciones entre el equipo económico y el staff del organismo, con miras de destrabar el primer desembolso del año por US$5.400 millones.

En los próximos días el Gobierno realizará al Fondo Monetario Internacional (FMI) el último pago de intereses, por 1.400 millones de dólares, antes de reanudar las conversaciones técnicas en Washington con el objetivo de destrabar el primer desembolso del año por US$5.400 millones.

 

En simultáneo, durante la semana el equipo económico negociará un préstamo por US$2.500 millones con un grupo de bancos extranjeros, con el objetivo de mantener un nivel mínimo de reservas mientras el mercado presiona sobre el dólar y la inflación parece no amainar.

 

El 2023 será un año exigente en lo referente al acuerdo con el FMI: además de las metas de déficit y emisión monetaria, el Gobierno deberá devolver a Washington más dólares de los que ingresarán a lo largo del año, lo que aumentará la presión sobre las reservas. A diferencia del año pasado, en el que el monto de los desembolsos por parte del organismo fue mayor a lo que se tuvo que pagar, en el 2023 el diferencial será negativo en unos US$3.400 millones. Como los pagos al FMI salen de sus propios desembolsos, ese monto no estará “calzado” con los envíos desde Washington, por lo que deberán ser pagados con reservas del Banco Central.

 

Actualmente, las reservas netas del Banco Central (BCRA) rondan los US$6.000 millones, mientras que las reservas brutas ascienden a US$42.655 millones, de las cuales salen los US$1.000 millones destinados a la compra de bonos Global 2029 y 2030 anunciada la semana pasada por el ministro de Economía, Sergio Massa.

 

El monto del préstamo que deberá devolverse al FMI a lo largo del año asciende al 45% de las reservas brutas del BCRA, valuadas actualmente en US$42.655 millones. También será equivalente al 3,3% del PBI y al 21% de las exportaciones de bienes y servicios. En 2024 la exigencia será menor, ya que los pagos a realizar serán equivalentes al 15% del valor actual de las reservas brutas, al 1,2% del PBI y al 7,5% de las ventas realizadas al exterior.

 

Para este año, a raíz de las metas pactadas con el Fondo Monetario el Gobierno deberá reducir el déficit fiscal primario desde 2,4% del PBI —valor con el que habría terminado el 2022— hasta el 1,9% del PBI. Por su parte, la emisión monetaria para asistir al Tesoro tiene un techo de 0,6% del PBI; para los primeros tres meses del año, el techo para la financiación del déficit es de $139.000 millones, la sexta parte del tope nominal de todo el año, que asciende a $883.000 millones. Además, deberá acumular reservas por US$550 millones.

 

Las conversaciones técnicas entre el equipo económico y el staff del FMI se retomarán entre finales de febrero y principios de marzo. Aunque la fecha todavía no fue confirmada, el Fondo Monetario ya adelantó que el nuevo desembolso no estaría disponible antes del 10 de marzo. Considerando el tiempo que conlleva la discusión, más la preparación del informe de staff y su aprobación por parte del directorio del organismo —lo cual habilita un nuevo desembolso—, el tiempo que quedaría entre el desembolso y el pago que el Gobierno debe realizar al FMI el día 22 de marzo por US$2.700 millones sería muy ajustado.

 

Entre los puntos a abordar en las conversaciones entre el equipo económico y el staff del organismo se encuentra la revisión del cumplimiento de los objetivos trimestrales del 2022. El Ministerio de Economía asegura haber sobrecumplido las metas, tanto en términos de acumulación de reservas, el déficit primario y la emisión monetaria.

 

Además, el equipo del Palacio de Hacienda pondrá sobre la mesa el costo que tuvo para las cuentas públicas la guerra de Ucrania y la forma en la que impactó en el desarrollo del acuerdo con el Fondo y el cumplimiento de las metas. Para el equipo económico, a raíz de los mayores precios internacionales de la energía, la guerra impactó de manera negativa sobre la balanza comercial por unos US$4.940 millones, que no pudieron ser compensados por el aumento de los precios en alimentos que exporta el país.

 

“En el 2022, la guerra, esa por la que tanto se preocuparon el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, impactó en este invierno europeo —que es verano nuestro, en los países en desarrollo— tuvo primero impacto en el hemisferio sur. Y ese impacto no lo discutió nadie (...) La verdad es que Argentina cumplió su programa, pero el Fondo no está cumpliendo con la Argentina el revisar cómo van a compensar a los países que pagaron el costo de la guerra con su economía, que es un problema a resolver”, dijo el ministro de Economía, Sergio Massa.